ANPE lamenta la oportunidad perdida que para la Educación suponen los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma del ejercicio 2025, aprobados la semana pasada en el Parlamento regional. El PIB de las Islas está registrando un crecimiento muy superior al del conjunto de España (más del 4% interanual en el tercer trimestre de este año) y los propios presupuestos de 2025 crecen un 3,3%; sin embargo, la inversión en Educación en las cuentas recién aprobadas sube apenas un 2,90%, con lo que su peso relativo se ve reducido.
Un año más, vemos cómo no se alcanza el umbral mínimo de financiación educativa, fijado por la Ley Canaria de Educación no Universitaria en el 5% del PIB del Archipiélago. Esta disposición legal nunca se ha cumplido en sus tres años de vigencia, pero en 2025 nos alejaremos aún más de ese objetivo respecto a presupuestos anteriores.
Las Islas enfrentan carencias históricas muy importantes en el sector educativo, y sin la inversión adecuada será imposible superarlas. Hacen falta recursos para reducir las ratios de alumnado por docente, para garantizar la inclusión de estudiantes con necesidades educativas especiales, para ampliar la educación pública de 0 a 3 años, para integrar al alumnado migrante que no habla nuestro idioma y para renovar las infraestructuras de los centros educativos públicos, entre otras necesidades.
También hay compromisos pendientes con el profesorado en materia salarial que requieren de un presupuesto educativo más elevado. Entre las demandas que ANPE ha planteado están el pago de los sexenios desde el mes siguiente a su consolidación; la transformación de las pagas extra en auténticas pagas dobles; el aumento de ciertos complementos y la introducción de otros nuevos; y el abono de los meses de julio y agosto para los docentes interinos que trabajen al menos cinco meses y medio durante cada curso.