Este viernes hemos presentado a la Consejería de Educación y a los diferentes grupos políticos del Parlamento de Canarias una propuesta detallada de plan plurianual de reducción de las ratios alumnado-docente que abarca desde Educación Infantil hasta el final de la enseñanza obligatoria.
Asimismo, solicitamos una reunión al consejero de Educación, Poli Suárez, para exponerle pormenorizadamente la propuesta, con el fin comenzar a negociarla cuanto antes y que se pueda empezar a implementar el próximo curso, tal como se recoge en el documento.
Con esta iniciativa, ANPE Canarias busca pasar de las declaraciones de intenciones acerca de la disminución del número de estudiantes por docente al debate concreto sobre cifras, condiciones y calendario de aplicación. La propuesta plantea comenzar con una reducción importante de alumnado por aula en infantil y en los dos primeros ciclos de primaria, en los que ya se está notando el impacto del descenso de la natalidad en Canarias, para, en los cursos sucesivos, ir aplicando bajadas en el resto de niveles de la enseñanza obligatoria. Se trata de un punto de partida que se complementará más adelante con otra propuesta específica para rebajar ratios en Bachillerato, el resto de FP y otras enseñanzas.
Así, el plan que hemos diseñado prevé que, tras sus tres cursos de aplicación (2024-2025, 2025-2026 y 2026-2027), las ratios máximas desciendan alrededor de un 33% en Educación Infantil, un 18% en primaria, entre un 23% y un 26% en ESO y cerca de un 17% en Formación Profesional Adaptada y en los ciclos formativos de FP de Grado Básico.
El documento tiene en cuenta de manera específica al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE), dado que precisa mayor atención para un proceso de aprendizaje exitoso. Por ello, establece que, por cada alumno con NEAE en el aula, se rebaje en un alumno más la ratio máxima, o en dos en el caso de que cuente con adaptación curricular.
Las reducciones de ratios no conllevarían en ningún caso la pérdida de plaza en un centro de alumnado previamente matriculado en él. En aquellas zonas donde la infraestructura no permita reducir las ratios hasta los límites fijados, sería posible conformar grupos de hasta un 50% más de alumnos con docencia compartida (dos tutores por aula), salvo en infantil de 2 y de 3 años, en los que solo se permitiría de manera excepcional para zonas en las que existiera sobrematrícula y pudiera quedar alumnado sin escolarizar.
Beneficios
Los beneficios de la reducción de ratios son múltiples, como se demostró durante la pandemia, cuando se rebajó el número de estudiantes por aula debido a razones sanitarias. Para empezar, permite una atención más individualizada al alumnado, facilitando a los docentes abordar las necesidades de cada estudiante, apoyar a quienes tienen necesidades educativas especiales y llevar a cabo una evaluación más precisa.
La disminución del número de estudiantes por docente es una de las medidas más efectivas para mitigar las desigualdades educativas, al permitir brindar a todo el alumnado una atención equitativa, independientemente de su nivel de habilidad, de sus recursos o de la zona en la que resida. Menores ratios facilitan también la gestión del comportamiento en el aula, al generar un mejor clima que fomenta las habilidades sociales, la colaboración y la participación activa en clase, así como un mejor desarrollo competencial, lo que favorece el aprendizaje.
Pues consultar la propuesta completa en el enlace adjunto.