Hemos propuesto a la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes una reforma estructural de la FP Básica, de manera que se establezcan dos modelos diferenciados: uno para retomar los estudios de grado medio y otro para mejorar la inserción sociolaboral. Por este motivo, nos reunimos hace unos días con el equipo de la Dirección General de Formación Profesional y Educación para Adultos, al que trasladamos la necesidad de articular otro enfoque metodológico para estas enseñanzas- de forma que funcionen como una vía de retorno a la enseñanza obligatoria-, además de dotarlas de más personal docente, para atender mejor a los jóvenes con mayor riesgo de exclusión del sistema educativo.
La FP Básica tiene una duración de dos cursos académicos y está destinada a aquellos jóvenes que no finalizaron la ESO y que están en riesgo de no obtener la cualificación mínima para desarrollar una profesión en el futuro.
Asimismo, este profesorado necesita de un notable incremento de la formación específica para dotarse de más herramientas y mejores estrategias, que deben ir acompañadas por una disminución más acentuada de la ratio alumno/profesor.
Estas demandas están, según nuestra opinión, más que justificadas ya que, en la actualidad, Canarias figura entre los territorios donde menos porcentaje del alumnado obtiene el graduado en Secundaria. En el curso 2016/2017, según el informe Datos y Cifras. Curso Escolar 2018/19, publicado por el Ministerio de Educación, la tasa bruta de población que finaliza ESO era del 72,1%. Sólo Baleares, La Rioja, Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana, además de las dos ciudades autónomas, obtuvieron peores registros.
Asimismo, estimamos que otra medida que contribuiría a mejorar las competencias profesionales de la población de las Islas es recuperar los descuentos de horas lectivas en la FP en general por el desempeño de las tutorías, ya que consideramos que tanto en el primer curso como en el segundo, el alumnado que llega a los ciclos formativos procedente de la FP Básica presenta unas necesidades de atención muy diversas, que deben ser atendidas de forma individualizada; en caso contrario, estaría discriminado respecto a quienes cursan otras enseñanzas.
Además de estas reivindicaciones referidas especialmente a la FP Básica, también detallamos -y presentamos por escrito en el registro de la Consejería- un listado de medidas para mejorar las condiciones laborales del profesorado que imparte docencia en cualquiera de las modalidades de FP. Entre ellas, destaca la conveniencia de formar a los profesionales durante la primera quincena de septiembre y a lo largo del tercer trimestre del curso escolar, siempre adecuando la oferta de cursos a las necesidades reales del profesorado.
Por último, también hicimos especial hincapié en la urgencia de que la Consejería elimine los horarios ponderados para el próximo curso y ofrecer así un sistema más justo a la hora de elaborar los horarios personales, que permita la realización de determinadas tareas muy limitadas con la carga horaria actual, como la coordinación entre módulos, la preparación de actividades para el aula, el mantenimiento e inventario de equipos, etc.…
Enseñanzas de adultos. Dentro del ámbito de la formación para adultos, solicitamos un apoyo mayor a las enseñanzas que se imparten en los Centros de Educación Para Adultos (CEPA) y en los Centros de Educación a Distancia (CEAD). A nuestro juicio, a los docentes de estas enseñanzas se les deben asignar dos horas por el traslado a las Unidades de Actuación de Personas Adultas (UAPA), acceso a plazas singulares a través de proyectos docentes y se debe abonar un plus de retribución a aquellos maestros que imparten Secundaria, igual que ocurre con los docentes que dan clase en 1º y 2º de la ESO.
Enseñanzas artísticas. Respecto a las enseñanzas artísticas, exigimos a la Consejería que acabe con la exclusión de estos docentes del cobro del complemento por el desempeño de tutorías, ya que se trata de un agravio comparativo con el resto del profesorado que forma parte de su mismo claustro.
Conservatorios de Música. En cuanto a nuestros Conservatorios Profesionales y Superior de Música, demandamos la actualización, el desarrollo y la posterior sistematización de su normativa específica, para garantizar un mejor funcionamiento de estos centros, y una apertura generalizada, con carácter de urgencia, de todas las listas de empleo en aquellas especialidades que se muestren deficitarias de titulados.