Desde ANPE Canarias alertamos de que el sistema educativo canario está en “tiempo de descuento” para adaptarse a los requisitos sanitarios derivados de la Covi-19. Hemos registrado en la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes un documento con propuestas específicas para las distintas etapas educativas en aras de garantizar las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias y, al mismo tiempo, de asegurar que el alumnado recupera los contenidos perdidos el curso pasado.
Este documento es fruto de las aportaciones que hemos hecho en cada una de las subcomisiones creadas por la Consejería de Educación para abordar el inicio y el desarrollo del próximo curso. El departamento que dirige Manuela de Armas no nos ha permitido estar presente en todos los grupos de trabajo diseñados, tal como solicitamos expresamente, motivo por el cual no hemos podido hacer sugerencias concretas en todos ellos. En concreto, hemos trasladado nuestras propuestas a las comisiones de enseñanzas especiales, Formación Profesional, alumnado NEAE, Secundaria y Bachillerato e Infantil y Primaria.
Aunque hay muchas medidas que son comunes a todas las etapas educativas -descenso de ratios, descuentos horarios, incremento de los técnicos de riesgos laborales, dotación de material de protección... -, cada una de ellas merece unas medidas concretas, adaptadas a su realidad. Por ejemplo, en Infantil es necesario hacer desdobles, reducir el número de docentes itinerantes o incrementar el número de auxiliares educativos; en Formación Profesional sería conveniente poner en marcha uno o varios módulos específicos para impartir los contenidos esenciales no trabajados el último trimestre de este curso; y el alumnado NEAE requiere unas medidas de higiene y protección totalmente diferentes a las del resto del alumnado. Igualmente, existen peculiaridades específicas que hay que atender en educación secundaria y en Bachillerato, donde debe primarse la seguridad digital o darse más flexibilidad a los planes de formación de los centros.
A pesar de la constitución de estas subcomisiones, lamentamos que, en términos generales, se observa una dejación de funciones por parte de la Administración, que está intentando delegar su responsabilidad en materia de salud pública en los equipos directivos de los centros. El protocolo presentado hace algo más de una semana contiene importantes lagunas: se trata de un documento con pautas muy generales y difícilmente adaptables a la realidad de los centros.
Llegados a este punto, calificamos como “medidas innegociables” para el próximo curso el aumento de las plantillas, la puesta en marcha de una plataforma online, la adaptación de las medidas del protocolo a cada etapa educativa y la dotación de dispositivos electrónicos a todos los miembros de la comunidad educativa que lo necesiten.
La plataforma web es una herramienta fundamental para asegurar la continuidad pedagógica el próximo curso, puesto que con toda probabilidad tendrán lugar rebrotes que obligarán a grupos de estudiantes a recibir clases telemáticas. Debe dotarse con urgencia a todo el alumnado que lo requiera de tabletas; no podemos permitir que se repita la situación que vivimos este curso. Entonces la pandemia nos cogió por sorpresa; ahora no podremos decir lo mismo.
La a comunidad educativa deberá poder acceder a esta plataforma con las máximas garantías de seguridad digital, para lo que proponemos que se tome como ejemplo lo que han hecho otras consejerías, que han habilitado controles remotos a sus ordenadores “físicos” con ese fin y que cuentan con el apoyo de la Dirección General de Telecomunicaciones de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Asimismo, desde ANPE Canarias reclamamos que se ponga en marcha un Plan de Acción Tutorial online para atender a todo el alumnado, especialmente al que presenta necesidades especiales de aprendizaje, y que se refuerce la relación entre el profesorado y los trabajadores sociales de los ayuntamientos.
Para llevar a cabo todas las nuevas medidas organizativas, solicitamos el correspondiente descuento horario para el profesorado encargado de cada nueva tarea, de forma que sea viable poner en marcha todas las propuestas que contempla el protocolo presentado por la Consejería.
En este sentido, el incremento de profesorado es indispensable para garantizar que se cumplen las medidas sanitarias y, también, para cubrir en tiempo y forma las bajas de profesorado que, previsiblemente, tendrán lugar como consecuencia de la expansión de la enfermedad.
Por último, es prioritario adaptar los criterios de evaluación para determinar los aprendizajes y competencias esenciales y relevantes en cada etapa educativa y en función de lo ocurrido este curso durante el tercer trimestre. Se debe formar un grupo de trabajo en la Consejería para unificar a todos los centros, para hacer esa selección de aprendizajes esenciales y relevantes, cuya disminución debe ser en proporción a las posibles medidas de adaptación de horario si las hubiera, con adaptaciones mínimas de currículo, como se ha llevado a cabo, por ejemplo, en Japón.