Reducción de las ratios, desdobles de grupos, formación especializada, material de prevención, servicio de enfermería escolar y falta de liderazgo de la Consejería de Educación. La primera encuesta que hemos realizado entre los docentes canarios este curso pone de manifiesto las enormes dificultades a las que nos estamos enfrentando para desempeñar nuestro trabajo en las actuales circunstancias. De hecho, el 52,1% de los encuestados afirman que en las aulas en las que imparten docencia los grupos son de más de 21 alumnos, lo que, en muchas aulas reducidas y con escasa ventilación, dificulta desarrollar su labor en condiciones de seguridad en plena pandemia.
La encuesta ha sido cumplimentada por 677 docentes, de los que 336 imparten docencia en IES y 291 en CEIP. El resto -50- lo hace en el resto de enseñanzas. Además de responder a las preguntas planteadas, el profesorado ha planteado más de 900 propuestas para mejorar la docencia en el contexto actual.
En términos generales, los datos extraídos revelan que las ratios no han descendido en muchos centros, que numerosos equipos directivos se sienten desbordados ante las nuevas responsabilidades que se han visto obligados a asumir -implantación de medidas de riesgos laborales, sanitarias y/o adquisición de material de protección- y que la Consejería continúa sin adaptar el puesto de trabajo a profesionales especialmente sensibles al coronavirus.
De los 336 que imparten docencia en IES, donde el alumnado debía distribuirse en pupitres con una separación de metro y medio entre ellos, el 19,9% afirma que no se cumple esta medida de seguridad en sus centros, el 37,79% sostiene que se cumple en algunas aulas y el 42,46% dice que se mantiene en todas.
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En este contexto, siete de cada diez -el 70,7%- califican con menos de un 5 la labor desarrollada por la Administración de cara a organizar una vuelta segura a las aulas. El 22,9% le otorga solo un 1.
A pesar de las enormes dificultades que entraña este nuevo curso, el sindicato destaca el alto grado de involucración del profesorado canario para que la docencia se lleve a cabo con las mayores garantías de seguridad. El 72,5% de los docentes que ha respondido el cuestionario califica con un siete o más el grado de cumplimiento en su centro del protocolo establecido para frenar la propagación de la enfermedad (en concreto, el 16,4% lo valora con un 7, el 21,9% con un 8, el 19,3% con un 9 y el 14,9% con un 10).
Sin embargo, se quejan de la falta de formación que han recibido, puesto que la mayoría de los docentes que han cumplimentado la encuesta afirma que en su centro esta formación se ha limitado al equipo directivo -así lo subraya el 31%- o al coordinador covid (37,7%).
Asimismo, el 91,1% de los profesionales asegura que conoce el plan de contingencia de su centro y las medidas de prevención implantadas para reducir el riesgo de contagios.
Enfermería escolar
Cabe destacar que una de las demandas que más se repite en el apartado de propuestas que el sindicato ha habilitado para que el profesorado plantee sugerencias -y que ha recibido más de 900, aunque en muchas ocasiones repetidas- es la necesidad de implantar el servicio de enfermería escolar, una demanda histórica de ANPE Canarias que, en la situación actual, ha cobrado más protagonismo.
Compras centralizadas
Otra de las quejas que más comentarios suscita, junto con la falta de asesoramiento sanitario, es que las compras de material de protección no se hayan centralizado en la Consejería. Esta fórmula, sostienen los docentes, permitiría rebajar los costes y garantizar la calidad de los productos que se adquieren, puesto que el profesorado carece de la formación necesaria para hacerlo. Además, en centros muy numerososla tarea de planificación se vuelve especialmente compleja.
Personal especialmente sensible al coronavirus
Unasunto que también ha generado una preocupación significativa entre los docentes es el tratamiento que está recibiendo el personal especialmente sensible al coronavirus. ANPE Canarias ha presentado diversas reclamaciones ante la Administración -y una, incluso, ante la Diputación del Común- para que se deje de vulnerar la normativa en materia de prevención de riesgos laborales.
Los docentes canarios plantean alternativas como el teletrabajo en los cursos más avanzados, ratios especialmente reducidas, que estos profesionales desempeñen otras labores dentro del centro y material de protección especial para estos profesionales. Pero, sobre todo, el profesorado exige que cada uno de los casos sea analizado de forma individual para que se puedan establecer medidas personalizadas, como puede ser la compra de mamparas para instalar en la mesa del profesorado y de micrófonos. Esta preocupación se extiendeal alumnado de riesgo, que también requiere de un protocolo específico para poder recibir la docencia con seguridad, precisa el sindicato.
Además, los datos ponen de manifiesto el deficiente trabajo llevado a cabo por Quirón Prevención, empresa a la que la Consejería de Educación ha subcontratado la evaluación de estos docentes y la emisión de informes de adaptación al puesto de trabajo. Como ya habíamos denunciado, no todos los docentes que han solicitado la evaluación -más de 5.000- la han recibido y muchos solo han recibido recomendaciones para incrementar sus medidas de protección.
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El déficit de limpieza en las instalaciones educativas es otra de las denuncias recurrentes del profesorado, que advierte de la necesidad de reforzar este servicio, ya sea a través de los ayuntamientos, en el caso de los colegios, o a través de la propia Consejería, en el caso de los institutos.
Asimismo, los docentes reclaman un verdadero plan de infraestructuras educativas, una red de residencias para facilitar los desplazamientos de profesionales entre islas y un plan TIC ambicioso, que permita al profesorado relacionarse telemáticamente con el alumnado, evitando el contacto físico.
La encuesta ha sido rellenada por 677 docentes de los que 291 imparten docencia en CEIP, 336 en IES y 50 en el resto de enseñanzas.
