Ante el prolongado episodio de altas temperaturas que estamos sufriendo en las Islas, desde ANPE reclamamos a la Administración educativa que suspenda las clases en aquellos centros que, por su ubicación geográfica o por las características de sus instalaciones, se están viendo más afectados, tal y como han solicitado algunos de ellos.
A medio plazo, y dado que en el futuro es previsible la repetición de este tipo de fenómenos de calor, consideramos adecuada la elaboración de un plan de contingencia que estipule con exactitud las medidas que se deben tomar en función de las circunstancias de cada caso, de forma similar a cuando se declaran otro tipo de alertas meteorológicas, y que prevea la posibilidad de desarrollar la actividad lectiva de forma telemática.
En las condiciones actuales, no obstante, entendemos que está más que justificado que se suspendan las clases de inmediato en centros concretos, particularmente –aunque no de manera exclusiva– en algunos localizados en el sur de determinadas islas.
A juicio de ANPE, esta situación llega con algunos deberes sin hacer por parte de la Administración en materia de infraestructuras. En este sentido, llevamos tiempo reivindicando la habilitación de más zonas de sombra en los espacios al aire libre de los centros, así como la eliminación total de las aulas modulares –los llamados barracones–, en los que en días de calor como los de estas semanas se hace insoportable la permanencia a determinadas horas del día.